En este sentido, el tipo de suelo que escojas para tu proyecto decorativo es fundamental ya que, el suelo, puede cambiar por completo el aspecto de tu lugar de trabajo.

El diseño de una oficina implica tener que elegir y coordinar muchos elementos, mobiliario, iluminación, pintura, decoración….

Si vas a reformar o a crear tu oficina, queremos ayudarte a escoger el tipo de suelo más adecuado, tarea altamente importante ya que, la elección del suelo condiciona, pero también ayuda a decidir el resto de la decoración.

¿Pero qué tipo de suelo se puede instalar en una oficina? Las opciones son muchas, dependiendo del uso que vaya a tener nuestro lugar de trabajo, del tiempo que queremos que perdure el suelo escogido y del dinero que queramos invertir en el proyecto.

Debemos procurar que el suelo, además de tener una estética cuidada y bonita, sea de buena calidad, duradero, resistente a los golpes y al tránsito de los empleados, clientes, repartidores, etc., y, por supuesto, fácil de mantener y de limpiar.

Entre los suelos que se pueden instalar en oficinas, podemos destacar los siguientes:

• • Suelos de madera natural. Se trata de un suelo selecto y distinguido que ofrece una imagen exquisita de nuestro lugar de trabajo. Los suelos de madera son únicos e irrepetibles, con una textura y una calidez inimitables, que aúnan elegancia y funcionalidad. La madera va a aportar serenidad y distinción a nuestra oficina y será un magnífico aislante térmico y acústico. Si bien, como todo producto natural, no es recomendable es oficinas con un gran tránsito diario y se aconseja o bien para oficinas pequeñas y con poco personal o para zonas de despachos o lugares de reuniones.



• • Suelos laminados. Este tipo de suelos nacen, en un principio, como una solución para ser instalada en comercios y oficinas, donde se necesitaban suelos que fueran resistentes, acogedores y, sobre todo, que se pudieran instalar de una manera rápida y sencilla. Con una apariencia estética muy similar a los suelos de madera, necesitan menos cuidados y mantenimiento para tener siempre un aspecto impecable. Los suelos laminados son una opción muy interesante en los proyectos decorativos ya que además de los modelos que interpretan maderas existen diseños que reproducen otros materiales, como el hormigón, la piedra, el cemento o el mármol. Se instalan de manera rápida y sencilla y, dependiendo del uso que vaya a tener nuestra oficina y del tráfico diario de personas que vaya a soportar el pavimento, podremos instalar un suelo con clasificación AC4, para oficinas pequeñas y con poco personal, AC5, para oficinas con un tránsito elevado y un suelo AC6, para las oficinas grandes y con un uso muy intenso.
  
  
• • Suelos vinílicos. Podríamos decir que son los suelos más utilizados en actualidad, dada su gran versatilidad. Nos ofrecen todo un universo de posibilidades tanto en lo que se refiere a formatos, como a sus acabados o la manera de instalarlos. Son suelos altamente resistentes y muy silenciosos, una propiedad esta muy apropiada cuando se trata de un entorno laboral en el que la concentración es un elemento clave para desarrollar nuestro trabajo. Al igual que ocurre con los suelos laminados, podemos encontrar suelos vinílicos en lamas, que imitan acabados de madera, o en baldosas, reproduciendo otro tipo de materiales. Son muy resistentes a las manchas, a los impactos y a la limpieza frecuente. Podemos distinguir tres tipos de suelos vinílicos para oficinas atendiendo a su forma de instalación: autoportantes, en los que las lamas o losetas se quedan fijadas por su propio peso, recomendados cuando hay suelo técnico y que resultan muy fáciles de instalar y de sustituir una pieza por otra, modulares o directos, que se presentan también en lamas o losetas pero esta vez, para instalar con pegamento, directamente sobre la solera, la cual, dado su poco espesor, normalmente de 2 milímetros, deberá estar perfectamente lisa, firme, limpia y bien nivelada y, por último, los suelos vinílicos flotantes, disponibles en los mismos formatos que los anteriores, de lamas o losetas pero, en este caso, se instalan sobre un subsuelo que contribuye a su estabilidad y a mejorar el aislamiento acústico y en los que las piezas se unen unas con otras con un sistema de click. Dentro de estos últimos, los suelos vinílicos SPC son la opción más avanzada estética y técnicamente y han supuesto una auténtica revolución en el mundo de los pavimentos.
  
  
• • Moquetas. Constituyen, desde hace décadas, una de las elecciones más destacadas dentro de los diseños de oficinas. El suelo de moqueta ofrece un gran aislamiento acústico y térmico, no resbala, es muy resistente y de fácil mantenimiento. Las moquetas están disponibles en rollos, para cubrir oficinas de gran tamaño y en losetas, muy prácticas tanto en las oficinas que cuentan con suelo técnico como por la posibilidad que ofrecen de poder cambiar una pieza dañada o deteriorada sin afectar a toda la instalación. Las moquetas están disponibles en multitud de colores, diseños y acabados por lo que la opción de incorporarlas al proyecto de reforma será un acierto seguro.
  
  

Dada la gran abundancia de materiales, acabados y colores, podrás decidirte por utilizar el mismo suelo para toda la oficina, creando un ambiente continúo y homogéneo o combinar materiales y colores para obtener más dinamismo o, incluso, para delimitar distintas zonas de trabajo.

Ahora que ya tienes más información sobre los distintos suelos que puedes utilizar en tu oficina, seguro que te resultará más fácil la elección, pero no olvides tener en cuenta siempre, el uso al que se va a destinar la oficina y el tránsito que va a soportar el suelo así como la imagen que quieras trasmitir de tu empresa, para que todos los elementos formen un conjunto armónico y equilibrado.

En Pavimentos Arquiservi trabajamos con las mejores marcas de suelos para oficinas y te ayudaremos a encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades. ¡No lo dudes y contacta con nosotros! Leer Menos